Todo parecía indicar que Eduardo Madina sería el secretario general del PSOE. De la nada apareció Pedro Sánchez. Nada era lo que parecía.
Alejandro Vázquez Lorenzo @alexvazlor.
De entre los candidatos a secretario general socialista tan sólo Pedro Sánchez y Eduardo Madina han conseguido los avales necesarios. El primero logró en torno a 40.000 avales y el diputado vasco unos 25.000 avales. Mientras que Pérez Tapias se quedó a un paso de los 10.000 avales necesarios, pero desde el PSOE se decidió permitir que siguiese en la disputa.
Cabe recordar que en su momento Joaquín Almunia tenía el doble de avales que Josep Borrel, pese a que este último fue el que ganó la elección a candidato a la Moncloa. Nada fue en esta ocasión lo que parecía.
Una vez contabilizados los avales conseguidos por cada candidato parece que Pedro Sánchez es el favorito para hacerse con el puesto sino que creíamos que la trayectoria de Madina lo convertía en el favorito. Además parecía contar con el respaldo del aparato del partido con Rubalcaba a la cabeza.
Todo cambió cuando se enfrentó a Susana Díaz, la Presidenta de la Junta andaluza, por la forma en la que se llevaría a cabo la elección del secretario. En los días posteriores se supo que Sánchez contaba con el apoyo de José Bono, de la Presidenta Díaz y de la prensa más conservadora.
Nadie creía que Sánchez fuera el del aparato. Ahora parece serlo. Su presentación oficial la hizo en la sede del partido en Alcorcón alejado del aparato y de las grandes instancias institucionales y del partido. No era el favorito y parecía el tapado, en todo caso podría recordar a Zapatero, la gran sorpresa en aquél Congreso.
En política nada es lo que parece y menos en el PSOE ¿o es que alguien pensaba que Zapatero sería en candidato del PSOE, o que Borrell venciera a Almunia y después tuviera que dimitir para que Almunia fuera el candidato a la Presidencia del Gobierno? Nada fue lo que parecía y esta vez parece que tampoco nada es lo que parecía.
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